8 de mayo de 2016

¡9 de mayo, un año más!: Europa


Y qué orgullo, y qué felicidad. Nada más y nada menos que 66 años han pasado desde que Robert Schuman propusiera la creación de la Comunidad Europea del Carbón y el Acero, organización que ejerció de precedente a lo que hoy conocemos como Unión Europea. España tardó un poco más en unirse, pero con qué ganas e ilusión lo hicimos, tras 8 años de negociaciones y cesiones. ¡Pero lo importante es que lo logramos! Nos unimos a ese proyecto que inspiraba solidaridad, felicidad y paz. La Unión Europea, que eliminaba las fronteras como si no fuesen más que simples líneas trazadas sobre un papel, que relacionaba a estudiantes de todas las naciones pertenecientes, emprendedora de grandes proyectos de investigación y mejoras del medioambiente. En definitiva, un proyecto tan esperanzador, como económico y social.

Creo que se nota por dónde van los tiros, pero aun así no puedo evitar preguntarme ¿es demasiado intentar comparar los intereses y propósitos originales con los perseguidos actualmente? Parece que sí. Parece que vivimos en un mundo y en una sociedad tal, que es imposible equiparar el valor de nuestros preciados euros a causas sociales, que realmente constituían las bases sobre las que se cimentó en su momento la creación de esta organización: defensa de los derechos, solidaridad, igualdad de oportunidades. ¿Peco de idealista al creer que Europa, o más bien la sociedad que representa a sus países como una sola entidad, debería revisar sus raíces?

Me gustaría recuperar el cartel del año 2008 que publicó la UE por el Día de Europa. “No se trata de ellos y nosotros, somos tú y yo”. Bien, pues no me queda más que preguntarme, ¿somos tú y yo porque ambos somos europeos, o somos tú y yo porque ambos somos seres humanos?







Julia González Pérez, colaboradora del grupo Aequitas25

8 comentarios:

  1. Leo la entrada de Julia, como siempre tan serena, sensata y bien escrita, y pienso en lo que dice y en mi propia experiencia. Recuerdo el sueño de ser europeos y la euforia con que lo vivimos en el casi verano del 85. “Ya somos europeos”, pensábamos y decíamos con la cabeza bien alta. La Europa de los Pueblos, de la cultura, de la solidaridad, del intercambio…
    No voy a negar los muchos beneficios sociales, económicos y culturales que nuestra pertenencia a la UE nos ha traído. Pero, ¿en qué momento empezó a torcerse todo? ¿O es que ya nació torcido? El mito del rapto de Europa, que da nombre a nuestro continente, parece haberse hecho realidad ¿Dónde está la Europa de la libertad, paz y solidaridad simbolizadas por nuestra bandera y el hermosísimo himno de Beethoven (“Oda a la Alegría”)? ¿Alegría en Idomeni? ¿Paz en la frontera con Macedonia? ¿Solidaridad con las familias vendidas a un país sin las más mínimas garantías de respeto a los derechos humanos? ¿La libertad que nos traerá la firma de los acuerdos de tratado de libre comercio (TTIP), ese gran monstruo desconocido?
    No. No voy a celebrar el día de esta Europa. Esta Europa podrida no es mía ni de muchos y muchas que sienten como yo. El azul de su bandera está lleno de muertos inocentes. Pero no por ello voy a renunciar a Europa. Creo que nosotros y nosotras, quienes seguimos defendiendo la solidaridad y la libertad como bases de cualquier pueblo y estado, vamos a seguir luchando por el sueño que un día tuvimos.
    Quizás debamos empezar de cero. Porque siempre hemos hablado de Europa en tercera persona (“mi hijo se va a Europa a trabajar”; “este verano voy a hacer un viaje por Europa”…). Ya es momento de hacerlo en primera. Proyectos como la tarde solidaria del Juande, en la que un grupo de chavales y profes comprometidos trabajó por aportar un mucho, construyen más que una asamblea de señores con el euro como único orden del día y mucha testosterona como vía de diálogo.
    Europa somos nosotros y nosotras. Y esa Europa sí merece ser celebrada.

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  2. Ser o no ser? Ser europeo, ser íntegro, ser social, ser emprendedor, ser curioso, ser empático, ser abierto, ser ético, ser humano? Podría ser...
    Lo cierto es que no siento que estemos a la altura en todas las circunscuncias de ser.
    No sé qué hemos perdido al crecer como europeos, o Europa era así y no nos lo habían contado?? Era fría, egoísta, inhumana, ambiciosa, dañina, cruel?
    Cuando pasas un tiempo fuera de España, y convives con gente de distintas nacionalidades, te das cuenta que tu pasaporte es lo único que marca diferencias entre vosotros, las preocupaciones para todos son las mismas:la salud, el trabajo, tus hijos y tu familia, el amor, la justicia, y las soluciones que proponemos son semejantes: ayudarnos a vivir mejor.
    Vuelves a tu país y qué nos pasa??? Olvidamos que fuimos europeos por unos meses??
    La cuestión es que aquí estamos, siendo europeos y sintiéndonos marcianos, incluso podemos terminar siendo americanos!
    Olvidar algunos de los momentos más tristes y dolorosos de la historia europea y de nuestra propia historia como españoles, en campos de concentración, los duros trabajos de castigo por ser, o exilios y vivir refugiados en otros lugares de donde no éramos, parece que forma parte de la esencia de ser europeo.
    O no ser?? No ser europeo y no olvidar nunca que las fronteras las marcamos los que somos, aunque dejemos mucho que desear viendo en lo que nos hemos convertido.
    Brillantes reflexiones las que he leído, y me pregunto yo, tenemos algo que celebrar??

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  3. Ser o no ser? Ser europeo, ser íntegro, ser social, ser emprendedor, ser curioso, ser empático, ser abierto, ser ético, ser humano? Podría ser...
    Lo cierto es que no siento que estemos a la altura en todas las circunscuncias de ser.
    No sé qué hemos perdido al crecer como europeos, o Europa era así y no nos lo habían contado?? Era fría, egoísta, inhumana, ambiciosa, dañina, cruel?
    Cuando pasas un tiempo fuera de España, y convives con gente de distintas nacionalidades, te das cuenta que tu pasaporte es lo único que marca diferencias entre vosotros, las preocupaciones para todos son las mismas:la salud, el trabajo, tus hijos y tu familia, el amor, la justicia, y las soluciones que proponemos son semejantes: ayudarnos a vivir mejor.
    Vuelves a tu país y qué nos pasa??? Olvidamos que fuimos europeos por unos meses??
    La cuestión es que aquí estamos, siendo europeos y sintiéndonos marcianos, incluso podemos terminar siendo americanos!
    Olvidar algunos de los momentos más tristes y dolorosos de la historia europea y de nuestra propia historia como españoles, en campos de concentración, los duros trabajos de castigo por ser, o exilios y vivir refugiados en otros lugares de donde no éramos, parece que forma parte de la esencia de ser europeo.
    O no ser?? No ser europeo y no olvidar nunca que las fronteras las marcamos los que somos, aunque dejemos mucho que desear viendo en lo que nos hemos convertido.
    Brillantes reflexiones las que he leído, y me pregunto yo, tenemos algo que celebrar??

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  4. Me paro a pensar, no por primera vez, que significa ser europeo para mi. En otra época pasada o con otra mentalidad igual estaría incluso orgulloso de serlo, pero no es el caso. Europa, supuestamente, es un lugar de igualdad social y donde se cumplen los derechos humanos, pero en mi corta vida de consciencia política, lo único que veo de Europa son los hilos; los hilos que hay sobre Europa y los hilos que Europa tiene sobre nosotros sus ciudadanos. La UE que se supone que esta al servicio de sus ciudadanos, se pone a los pies de EEUU, grandes bancos y grandes empresas, le da igual sus ciudadanos y los ciudadanos que no pertenecen a la UE, solo le interesa el dinero. Esto no paran de demostrarlo fortificando fronteras, rechazando ''refugiados'' que huyen de una guerra provocada en cierto modo por países europeos y EEUU (refugiados entre comillas porque no reciben refugio), presionando a los gobiernos para que ahoguen a sus ciudadanos con medidas inmorales. Con todo esto crean odio hacia ellos mismos, crean odio hacia los inmigrantes y refugiados, y como consecuencia vuelven a resurgir partidos de extrema derecha, los cuales crecen poco a poco tanto en los países afectados por las medidas austeras como en los países ricos, en los que el mensaje que llega sobre los refugiados es que vienen a quitarnos trabajo y que hay terroristas infiltrados entre ellos. Estas consecuencias no son más que pasos hacia atrás, hacia una sociedad conservadora y retrograda como la estadounidense, y nos acerca cada vez más a de lo que la UE huía en un principio.
    Así que, respondiéndome a la pregunta que me hacía al leer esta entrada, ser europeo para mi es ser cómplice de medidas económicas denunciables, basadas en un sistema que los propios creadores demostraron que era erróneo, y de una falta de humanidad enorme al no acoger a todos los refugiados que piden asilo en Europa. Por esto, a mi me gusta pensar que soy ciudadano del mundo antes que europeo.

    Mario Álvarez Labrador, 2ºB

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  5. Julia, aquí va el comentario que tanto me pediste:

    Los que ya me conocen, saben perfectamente mi opinión sobre esto. Aún así, y lejos de ser tan radical como siempre, trataré de analizar el fenómeno europeo.

    Es cierto que la entrada en la Unión ha mejorado algún que otro aspecto social (a la imaginación de cada uno queda...), pero, ¿a qué precio?

    Los tratados supranacionales, sobre todo aquellos que son económicos, siempre traen consigo la subyugación de un conjunto de personas a otras con mayor poder; en este caso, los subyugados son los ciudadanos (no las naciones) y el opresor la Unión Europea.

    Cada país pierde parte de su soberanía, que se transmite a las instituciones acreditadas de la UE. Esa pérdida de soberanía tiene nombre: sumisión.

    Nos timaron en la "transición" española: dijeron que no a la OTAN, dijeron que no a la UE, dijeron que referéndum por aquí y referéndum por allá y todos democráticos tras 40 años comiendo mierda. Y aquí estamos, económicamente oprimidos por la UE y militarmente sometidos a EEUU (OTAN).

    Pero no estamos aquí para hablar de nosotros, europeos, sino de los que no lo son.
    Aquella promesa de la UE, sí, la de igualdad, progreso, etc., ahora olvida los estragos de la II Guerra Mundial y echa a patadas a seres humanos que podrían haber sido ellos mismos hace 60 años.

    Cualquier mente sana preguntará que qué autoridad tienen para hacer esto: el euro. Es todo lo que necesitan. La UE ha pasado de ser una comunidad social, y permitanme recalcar la palabra "social", a una leyenda económica. De nuevo, otro capítulo de la historia que se repite. Como diría un buen europeo: "dame pan, y dime tonto".

    ¿Recordáis el Congreso de Viena (1815), donde se formó la Santa Alianza entre las potencias del momento? ¿No os huele a lo mismo? Salvando diferencias, obviamente, ya que la coyuntura socio-económica del momento no es la misma, pero ambas tienen/tenían la misma función: control de europa y proteger de otros "regímenes políticos". En otras palabras, involucionar, impedir el devenir que diría Nietzsche. Anclarnos a un momento concreto de la historia. Y todo aquel que no esté dentro de la formación, no son humanos a ojos europeos, ¿me equivoco?

    Espero que paguen los criminales por esto, de la forma más horrible a ser posible. Tan solo pedimos justicia.

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  6. Nunca he creído que la unión europea haga tanto bien como dicen. Se presentó como una idea en la que todo el mundo iba a ser más feliz, sin tanta frontera ni rivalidad entre países... Pero, ¿ha salido todo de esa forma? Mi respuesta sería un no. Han mirado más por su bien, o en algunos casos como en el de los refugiados, por el bien común (en ese común no entran las personas que escapan de sus propios países porque no se puede vivir allí claro está), sin dar una mano a tender cuando ellos lo necesitan, pero, ¿y si fuese al contrario? Vamos a imaginar, y que nadie lo quiera, que esta Europa en una guerra entre ellos, los más poderosos líderes, y todos los ciudadano franceses, españoles, italianos, alemanes, etc. Todos quieren salir de ahí e irse por ejemplo a África, ¿creéis que después de esto alguien va a querer ayudar a Europa? Esa Europa feliz y pacifica que se creó hace 66 años. Cosas como estas me dan que pensar que no estamos haciendo las cosas como se debe.
    Otro ejemplo es ¿hemos eliminado esas fronteras que decían que iban a desaparecer? En eso si tengo que dar un aplauso porque entre los países europeos algo si se ha conseguido pero, ¿y el resto?.

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  7. Nunca he creído que la unión europea haga tanto bien como dicen. Se presentó como una idea en la que todo el mundo iba a ser más feliz, sin tanta frontera ni rivalidad entre países... Pero, ¿ha salido todo de esa forma? Mi respuesta sería un no. Han mirado más por su bien, o en algunos casos como en el de los refugiados, por el bien común (en ese común no entran las personas que escapan de sus propios países porque no se puede vivir allí claro está), sin dar una mano a tender cuando ellos lo necesitan, pero, ¿y si fuese al contrario? Vamos a imaginar, y que nadie lo quiera, que esta Europa en una guerra entre ellos, los más poderosos líderes, y todos los ciudadano franceses, españoles, italianos, alemanes, etc. Todos quieren salir de ahí e irse por ejemplo a África, ¿creéis que después de esto alguien va a querer ayudar a Europa? Esa Europa feliz y pacifica que se creó hace 66 años. Cosas como estas me dan que pensar que no estamos haciendo las cosas como se debe.

    Otro ejemplo es ¿hemos eliminado esas fronteras que decían que iban a desaparecer? En eso si tengo que dar un aplauso porque entre los países europeos algo si se ha conseguido pero, ¿y el resto? Hemos hecho una línea todavía más gruesa con los países fuera de Europa. Nos hemos querido solidificar como "un país más unido", entonces mi pregunta es ¿por qué no hacer eso con el mundo entero? Sé que sería complicado, muy complicado, pero bueno, es bonito soñar ¿no?. No lo veo algo viable, no mientras que casi todas las personas que llegan al poder sean como las que han llegado en la Unión Europea, avariciosas, la gran mayoría. Algún día la humanidad cambiará, no será un cambio radical, pero podrá no haber peleas,tengo fe en ello. O a veces también pienso (aunque esto es más cosa de ficción) que aparecerá algo, alguna razón por la que la humanidad se una, porque por lo que he podido aprender hasta ahora de las personas, es que siempre tenemos que tener a algo contra lo que enfrentarnos.

    Belén López-Pozas 1ºA

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  8. Cuando pensamos en la Unión Europea nos viene a la cabeza lo estudiado en los libros de historia. El día 9 de mayo de 1950 , en la ciudad de París, el entonces Ministro de Asuntos Exteriores francés Robert Schumann pronuncia un histórico discurso en el que expone una nueva forma de cooperación política entre los países del continente para evitar un nuevo conflicto bélico a nivel mundial, es decir, la Tercera Guerra Mundial.
    Se proponía crear una institución europea supranacional encargada de administrar las materias primas que en aquella época eran la base de toda potencia militar: el carbón y el acero. Ahora bien, los países que iban a renunciar de esta forma a la propiedad estrictamente nacional de la "columna vertebral de la guerra" apenas acababan de salir de una espantosa guerra que había dejado tras de sí innumerables ruinas materiales y, sobre todo, morales: odios, rencores, prejuicios, etc.
    Era un proyecto tremendamente ambicioso, con el que si bien hemos conseguido diversos objetivos, no ha llegado a ser lo que se ambicionaba en un principio.
    El lema de la Unión Europea es "Unida en la diversidad" y se refiere a la manera en que los europeos se han unido, para trabajar a favor de la paz y la prosperidad, beneficiándose al mismo tiempo de la diversidad de culturas, tradiciones y lenguas del continente. Pero, ¿realmente creemos que hemos alcanzado ese objetivo?
    ¿No habremos creado una especie de "súper país" que excluye a aquellos que no se encuentran bajo sus siglas? ¿O la paz solo la merecen los Estados miembros? ¿Acaso no .merecen una oportunidad todos aquellos refugiados, que huyendo de guerras se hacinan en campamentos sin unas mínimas condiciones? El miedo a perder privilegios y prebendas nos han hecho caer en los mismos errores del pasado, anteponiendo los intereses económicos y políticos sobre los humanitarios y perdiendo así la oportunidad de establecer una cooperación entre los países no a nivel europeo, sino mundial.

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