9 de octubre de 2013

Como mucho, la talla 38...


 

La escritora marroquí Fátima Mernissi describe en su libro El harén en Occidente, la perplejidad que vivió el día en que, por primera vez, fue a una tienda de Estados Unidos con la intención de comprar una falda. Explica que también fue el día en que escuchó por primera vez que sus caderas no iban a caber en la talla 38: “A continuación viví la desagradable experiencia de comprobar cómo el estereotipo de belleza vigente en el mundo occidental puede herir psicológicamente y humillar a una mujer”.
–¡Es usted demasiado grande!, le dijo la dependienta
–¿Comparada con qué?, respondió Mernissi...


La reflexión que hace a partir de esta "anécdota" es interesante y, seguramente, polémica.
Creo que merece la pena que sigas leyendo.
Nos interesan mucho vuestras opiniones.

7 comentarios:

  1. El texto periodístico que voy a comentar fue publicado por Nuria Varela en su página web.
    La autora nos aporta una crítica al ideal estético occidental a través de diferentes escritores. Con el libro de Fátima Mernissi, compara el mundo oriental y occidental observando las restricciones en ambas culturas. También resalta los instrumentos por los que se implanta este ideal y sus dramáticas consecuencias. Concluye con la propuesta de la mujer completa.
    Desde mi punto de vista considero que en nuestra cultura juzgamos el mundo orienta, ignorando la represión y manipulación que sufren las mujeres en la actualidad con el ideal estético impuesto. Como se cita en el texto, una mujer es bella solo cuando aparenta tener catorce años , invisibilizando a la mujer madura. Esta idea es la que me produce mayor impacto, realmente no somos conscientes del daño que este ideal estético produce en el género femenino. Este problema es causado por la desigualdad que existe aún en nuestro mundo.
    Como conclusión, me gustaría crecer siendo la mujer completa que propone Greer: carecer de inseguridades, desarrollar mi inteligencia, no sentir la obligación de ser bella y adquirir madurez con el tiempo.

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  2. Qué interesante. Crecer sintiéndonos bellas cuando somos coherente con nosotras mismas, cuando asumimos nuestras inseguridades y vamos poco a poco reforzando nuestra fortaleza, madurando en aceptar nuestras imperfecciones, queriéndonos como somos y avanzando, avanzando siempre.

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  3. Me gustaría participar, Patricia Moreno 2° A

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  4. Hace cierto tiempo me encontraba en un grupo de amigas cuando salió de improviso el tema de comprar ropa. Un tema muy propio de nosotras, como se suele decir. Las niñas empezaron a preguntarse entre ellas que tallas, sobre todo de pantalón, eran las correctas. Si esta talla estaba bien, o si era demasiado. Y esto me hizo pensar que probablemente este tipo de discusiones se producían en todas partes, ademas de oriente y occidente. Lo que me hizo darme cuenta de que desde que somos jóvenes nos han implantado en nuestra forma de pensar el ideal de belleza establecido en la sociedad. Un ideal que a medida que avanzamos o lo mantenemos al margen, o somos, cada vez más, abstraídos por él. Esto último, a veces, llega hasta tal grado que causa efectos secundarios tales como la desnutrición, trastornos psicológicos y una autoestima pésima, entre otros.
    Relacionado con esto, una vez una persona muy querida por mi me dijo la siguiente frase: Isa debes quererte a ti misma tal y como eres, porque si tú no lo haces, nadie lo hará por ti.
    Desde entonces tuve otra visión distinta de lo que realmente debía ser; debía estar a gusto conmigo misma, no debía dejar que nadie me dijese como estar o no. Por que lo que realmente importa es la felicidad de uno mismo y no la que otros "hacen que tengas." Y si alguien no respeta esto, realmente no merece la pena que siga tratando con él/ella.
    En conclusión, hay que saber decir NO a estos cánones de belleza porque entrar en ellos puede significar meterte en un círculo vicioso donde la salida se te muestra tan oscura que te obcecas en seguir y ni te planteas el empezar a ser tú quien dirija tu vida y tus gustos.

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  5. María Jesús Rodríguez Marínez. 2BTO A29 de noviembre de 2013, 17:40

    Estaba mirando, buscando alguna entrada interesante que poder comentar y bueno, no he podido evitar detenerme en esta, y es que la verdad, me parece una gran realidad, un gran problema que existe en la sociedad actual. Los ideales estéticos de esta sociedad cambian, por modas. Aquel ideal de belleza en una talla 42 quedó muy olvidado en el antaño con Marilyn Monroe, para pasar no a una 38 sino que hasta una 36 o 34 en la actualidad. Y sí, es cierto, no se le exige a la mujer ser delgada, pero cuando se le muestra que para ser hermosa hay que estar delgada, que es más atractivo. Cuando se le hace sentir como una morsa en las tiendas donde es raro encontrar una 40 y ya más talla todavía ni pensarlo, entonces.. ¿Quién puede negar que no se exija? Quizás no directamente, pero sí por medio de una creación de complejos que pueden terminar desencadenando una serie de enfermedades. Por otro lado, también está la moda del maquillaje, claro. Otra cárcel para la mujer, y es que claro, si por medio de la televisión, revistas... etc pintan a una mujer perfecta maquillada y antinatural, disfrazan la realidad de una perfección imposible que todas desean alcanzar, y.. ¿El fin de todo esto? La industria cosmética que se beneficia de los complejos creados en mujeres.
    En conclusión, los canones de belleza nos lo imponen los medios mediáticos. Ellos nos controlan, juegan con nosotros según su interés, que como no, es un interés económico en busca del enriquecimiento. ¿Quieren estar delgadas? Venden productos lights, dietas,.. etc. ¿Quieren verse bellas? Venden maquillaje, colorete.. etc ¿Quieren mantenerse jóvenes? Venden cremas antiarrugas, regeneradoras, antiedad.. etc. El dinero, todo lo mueve en este mundo.
    María Jesús Rodríguez Martínez 2 BTO A.

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  6. Buenas, hace mucho que se publicó este articulo, pero me ha llamado mucho la atención.
    Se podría decir mucho sobre el, pero solo voy a dar mi opinión.
    Todos debemos sentirnos perfectos tal y como somos, porque solo así nos sentiremos bien con nosotros mismos, pero el problema llega cuando le hacemos caso al modelo que tiene la sociedad de persona perfecta, esas medidas tan famosas de 90-60-90. Me parece totalmente absurdo ceñirse por este canon de belleza, es más me parece hasta feo una persona con esas medidas, pero no quiero centrarme en mis gustos, lo que quiero decir con esto es que no tenemos que hacerle caso a nadie que nos diga que estamos mal, con mas peso de la cuenta, o con un tipo "feo", tenemos que ser nosotros mismo y no preocuparnos por las opiniones de los demás.
    Da igual que seamos altos, bajos, flacos, gordos, guapos o feos, mientras que seamos felices tal y como somos es suficiente. Tenemos que ser positivos con nosotros mismo y no torturarnos pensando que no somo el tipo de persona que quiere la sociedad. Que la sociedad cambie por ti, no tu por ella.

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